La batalla de Bosworth (1485): la última carga de los Plantagenet

Entrada a la exposición conmemorativa de la batalla de Bosworth.


El 22 de agosto de 1485 tuvo lugar una de las batallas más decisivas en la historia de Inglaterra. Enfrentó a las tropas del rey Ricardo III y a las de Enrique Tudor. La derrota y muerte del primero y la victoria del segundo supuso el fin del reinado de la dinastía Plantagenet, que llevaba más de trescientos años ocupando el trono inglés y el acceso al mismo de la dinastía de los Tudor que daría monarcas tan famosos como Enrique VIII e Isabel I.


La más conocida versión de esta batalla es la contenida en la obra de Shakespeare Ricardo III (en la que el monarca Plantagenet pronuncia la famosa frase: "un caballo, mi reino por un caballo"). Sin embargo, la visión que Shakespeare ofrece de la batalla de Bosworth en particular y del reinado de Ricardo III en general no puede calificarse de objetiva ni de imparcial. El famoso autor teatral escribió en pleno apogeo de la dinastía Tudor cuyo acceso al trono se produjo tras la batalla objeto de esta entrada en la que Enrique Tudor, cuyo derecho al trono era por decirlo suavemente tangencial, consiguió acceder a este dando muerte al rey coronado en Westminster y sancionado por el parlamento. Sobre el origen de la familia Tudor, ver el artículo dedicado en el blog a Catalina de Valois. 

Para los Tudor era imprescindible dotar de una pátina de legitimidad el episodio que se encontraba en el origen de su dinastía y por eso escritores de la época Tudor como Shakespeare y Tomás Moro describieron a Ricardo III como un malvado tirano capaz de asesinar en su camino al trono a su propio hermano Jorge y a sus pequeños sobrinos (ver el artículo dedicado en el blog a Ricardo III y los príncipes de la Torre de Londres).

Enrique Tudor se hallaba exiliado en Francia junto con su madre Margaret Beaufort, última representante de la rama de los Lancaster, derrotada por los York en la Guerra de las Rosas (que también tiene su entrada en el blog). Enrique realiza un primer intento de desembarco en Inglaterra en 1483, que resulta un fracaso a consecuencia del cual conspiradores en su favor como el duque de Buckingham fueron ejecutados.

En 1485 Enrique Tudor lo vuelve a intentar y consigue desembarcar en Milford Haven (Gales) al frente de una pequeña tropa de mercenarios franceses. Su intención es ir a Londres y proclamarse rey y va reuniendo apoyos de descontentos con Ricardo III por el camino. Ricardo viaja de Nottingham a Leicester para cortar el camino a Enrique y convoca a todos los señores del reino, aunque no todos acuden a su llamada. 

Retratos de los contendientes en Bosworth: Enrique Tudor y Ricardo III
Ambos ejércitos se encuentran en Bosworth, veinticinco kilómetros al sudoeste de Leicester y se preparan para la batalla que tiene lugar el 22 de agosto. Las tropas reales son algo superiores en número, pero una sorpresa desagradable espera a Ricardo III cuando la importante mesnada de la familia Stanley no se sitúa junto a la formación real, sino que se coloca en una colina entre ambos ejércitos.

Los Stanley habían luchado junto a los York en la Guerra de las Rosas; pero el matrimonio de lord Stanley con Margaret Beaufort, madre de Enrique Tudor  hace que los Stanley decidan ya iniciada la batalla ponerse del lado de este.

Enrique, que durante toda la Guerra de las Rosas y hasta ese momento de la batalla, había permanecido siempre en segunda fila, decide por fin dar un paso adelante y avanzar hacia el enemigo.  Ricardo ve el movimiento y carga decidido a acabar con la vida de su rival. Pero en la carga cae de su caballo. Según la leyenda, su escolta trata de convencerle de que se retire pero Ricardo les dice que ese día vivirá o morirá como rey de Inglaterra. 

Una placa marca el lugar donde murió Ricardo III

Al ver al rey descabalgado, las tropas de Enrique se lanzan contra él y Ricardo recibe múltiples heridas que le cuestan la vida. La batalla había durado poco más de una hora y cambió la historia de Inglaterra. Como dice el título de a entrada fue la última carga de los Plantagenet, dinastía que dio a Inglaterra reyes como Enrique II, Ricardo Corazón de León, Juan Sin Tierra, Eduardo I Longshanks,  y los héroes de la Guerra de los Cien Años Eduardo III, su hijo El Príncipe Negro y Enrique V.




Al finalizar la batalla, Enrique Tudor se dirigió a Londres, donde se coronó como Enrique VII; hizo que el parlamento fijase la fecha de su proclamación como rey el día antes de la batalla de Bosworth, convirtiendo así a Ricardo III y a todos sus seguidores en la batalla en rebeldes y traidores a la corona.

Por su parte, el cadáver de Ricardo III se trasladó a Leicester donde fue enterrado; durante más de
quinientos años se perdió el rastro de sus restos, hasta que fueron encontrados en 2012 en una fascinante investigación de la Universidad de Leicester ... pero esa es otra historia.









  





Comentarios

  1. http://leopoldest.blogspot.com.es/2010/11/ricardo-iii-un-rey-maldito.html Ricardo III el rey maldito.
    http://leopoldest.blogspot.com.es/2010/11/la-tragica-historia-de-ana-neville.html La trágica historia de Ana Neville
    http://leopoldest.blogspot.com.es/2010/12/isabel-de-york-el-fin-de-la-guerra-de.html Isabel de York, el fin de la Guerra de las dos Rosas.

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